06-03-2019
La biotecnología tiene un gran potencial en España
La biotecnología, unión de ciencia, ingeniería y los elementales procesos que hacen posible la vida, suena a veces como algo demasiado ambiguo, lejano y sin apenas cabida en nuestra vida. Y nada más lejos de la realidad: desde hace décadas se generan aplicaciones que están y permanecen muy cerca de nosotros, desde el ámbito farmacéutico a la producción de nuevos materiales, pasando por un sinfín de casos de uso de los que apenas nos damos cuenta, como bioenergía, bioplásticos y otros productos de uso industrial. En las últimas décadas, la población mundial ha experimentado un importante crecimiento y una de las razones que más han influido son los espectaculares avances en materia de salud.
En España, la actividad biotecnológica tiene un cada vez mayor peso en la economía y sus perspectivas son de mantener una evolución positiva y progresiva a medio y largo plazo, tanto en el área de biotecnología, como principal subgrupo relacionado con la alimentación y la medicina, como en agricultura e industria.
Baste comentar algunos datos: el impacto de la actividad de las empresas del ramo alcanzó en 2017 el 0,7% del Producto Interior Bruto, con un total de 7.300 millones de euros. Generó 108.000 empleos, de los que más de 2.000 son directos. A su vez, las biotecnológicas aportaron un total de 2.600 millones a las arcas públicas. De esta forma, y según el último informe de Asebio (Asociación Española de Bioempresas), la aportación directa e indirecta a la economía es del 8,6% del PIB, si incluimos las empresas cuya actividad es la biotecnología pura y las que la llevan a cabo de manera indirecta. Cabe destacar también que el volumen de capital atraído solo en 2017 fue de 149 millones de euros, lo que supuso un alza del 17% con respecto al ejercicio anterior.
Este escenario genera una cada vez mayor confianza del inversor extranjero hacia compañías españolas, algo que no había ocurrido hasta ahora, y que refleja la tendencia apuntada en los principales mercados mundiales.
La tendencia a largo plazo del aumento de la esperanza de vida de la población mundial se ha traducido en un constante incremento del gasto público y privado en salud. Todo ello ha generado grandes inversiones en I+D, sobre todo en países como Estados Unidos, y facilitado un sistema de patentes que ha permitido un importante grado de protección para los beneficios empresariales, a la vez que de resistencia a los ciclos económicos adversos.
Click to view